Aceptación emocional: plena y radical – EP5

Aceptación
Psiconsejos vendo
Aceptación emocional: plena y radical - EP5
Loading
/
¡Suscríbete! (o lee el artículo abajo)

Episodio 5 del podcast Psiconsejos vendo, en el apartado de coaching y desarrollo personal, y titulado «Aceptación emocional«.

Consulta más episodios del podcast psiconsejos vendo.


Si te gusta el contenido, ¡COMPÁRTELO!

En este episodio sobre coaching y crecimiento personal, hablaremos sobre el primer proceso de la flexibilidad psicológica: La aceptación radical de emociones.

¿Qué contaré en este episodio?

  • Veremos qué consecuencias negativas tiene luchar contra lo que estás sintiendo.
  • Pondremos a prueba el grado de control tenemos sobre nuestras experiencias internas.
  • Veremos qué es la aceptación plena y sus posibles beneficios.
  • Y por último, haré un ejercicio para ir entrenando esta habilidad psicológica.

Te animo a repasar el final del anterior episodio: ¿Coaching psicológico?

Postura abierta

En la terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), la postura abierta se descompone en 2 procesos:

  1. Aceptación emocional: enfocada a las sensaciones físicas y las emociones
  2. Defusión cognitiva: relacionada con los pensamientos y el lenguaje.

Ambas nos sirven para evitar engancharnos o fusionarnos con alguna emoción o pensamiento. Hoy nos centraremos en la aceptación plena de emociones.

Cuando me fusiono con una emoción, es ella la que dicta cómo me comporto.

Imagina que yo aquello que más deseo está en una habitación azul. Y yo tengo terror a ese color. Si me fusiono con ese miedo ya no puedo entrar en esa habitación y lograr lo que valoro. Sigo teniendo el control sobre mis piernas. Por lo que podría decidir avanzar y entrar en esa habitación azul. Pero mi fusión con el miedo es un obstáculo para comportarme como quiero.

Ese grado de fusión se da en un continuo. Cuanta más fusión, más difícil es actuar de forma flexible. 

Aceptación emocional

¿Qué sinónimos te vienen a la mente cuando escuchas la palabra aceptar? ¿Quizá consentir, resignarse, tolerar? He puesto el verbo aceptar en lugar del sustantivo aceptación, ya que hablamos de una conducta, algo que haces, algo activo. 

Y recuerda, no hablamos de aceptar situaciones displacenteras. Si puedes modificar aspectos de la realidad exterior, hazlo. Aquí nos referimos a hacer espacio a los sentimientos que una situación nos provoca.

  • Resignarse es un acto más pasivo. Sería como claudicar frente a esas sensaciones desagradables. Han ganado la guerra. Con aceptación no nos referimos por tanto a mostrar una actitude de resignación.
  • Tolerar es más activo, exige esfuerzo, pero lo haces de mala gana ¿Te gustaría que tus amistades toleren la forma en que te comportas? ¿O prefieres que acepten tu comportamiento?
  • Aceptar sería decir sí las sensaciones que se va presentando, tal y como son, sin pretender cambiarlas (sin quitarles ni añadirles nada). No te tienen por qué gustar, no tienes por qué quererlas. Eliges, de forma consciente, decirles sí. Además, la aceptación emocional no es algo que se da en un momento y ya puedes olvidarte. Eliges, momento a momento, mostrar apertura ante a las emociones que vayan viniendo.
aceptación emocional

¿Por qué debería aceptar emociones que no quiero tener?

aceptar emociones desagradables

Por varios motivos:

  1. Tenemos muy poco control sobre lo que sentimos y/o pensamos. Más adelante pondré algunos ejemplos.
  2. Al tratar de controlar/evitar o huir de esas sensaciones, dejamos de prestar atención a aquello que estábamos haciendo.
  3. Si recurrimos habitualmente a ese intento de controlar las emociones, estas pueden volver con mayor intensidad (efecto rebote). Porque las estrategias para reducir las emociones no suelen funcionar a medio-largo plazo.
  4. La lucha contra las emociones puede provocar la aparición de otras emociones secundarias. Y esto suele generar sufrimiento adicional en lugar de bienestar emocional. Así, por ejemplo, si no aceptas el miedo que sientes y tratas de deshacerte de él, es posible que:
    • Te enfades por no lograr reducirlo.
    • Que sientas culpa porque “no tiene” sentido que tengas miedo por una cosa así.
    • Que comiences a sentir ansiedad por si el miedo se repite en otros contextos.
    • Sin pretenderlo, al dolor “inevitable” de ese miedo inicial, has añadido un dolor extra evitable.
  5. La lucha, si se mantiene durante mucho tiempo, consume nuestros recursos y nos resta energía y vitalidad.
  6. Si dejamos de hacer cosas valiosas por evitar sentir determinadas emociones, nuestra vida y autoestima se hacen más pequeñas.
  7. No existen emociones negativas. Pueden no gustarnos pero son adaptativas. Además, aparecen por algo que tiene que ver con nuestra historia de vida.

¿La aceptación de emociones implica hacerle caso a la emoción que sientes?

No, no significa actuar con base en lo que estás sintiendo. Solo según el caso. Por ejemplo, si una niña pequeña jugando rompe tu objeto más preciado, puedes aceptar tu enfado, y elegir actuar de forma calmada. Es una forma de gestión emocional que te permite avanzar hacia lo importante para ti.

La aceptación es una habilidad que te permite tener más libertad a la hora de actuar como tú estimes oportuno, según la situación, y con menos influencia de las emociones que estás sintiendo.

¿Tengo que hacer oídos sordos a lo que siento?

No, lo que sientes es importante y significativo para ti, y tiene que ver con experiencias de vida que has tenido. Las emociones pueden transmitirnos mensajes relevantes. Pero no siempre es bueno actuar en base a ellas.

¿Cuándo no es recomendable seguir a las emociones?

Todo depende de la situación, de lo que es valioso para ti, y de lo que mejor te funcione. Lo problemático suele ser actuar de modo automático. «Montó en cólera y propinó un puñetazo a su pareja…«. «Se quedó paralizado por la vergüenza y no fue capaz de decirle a su padre, te quiero papá«.

Recuerda que hablamos de «flexibilidad psicológica«. Buscamos poder comportarnos de diferentes maneras en función del contexto. Lo contrario es la rigidez: actuar siempre igual sin tener en cuenta la situación.

¿Finges si te sientes de una manera y actúas de otra?

Imagina que un padre quiere responderle a su hija con cariño. Aunque sea la trigésimo novena vez que su hija le pide algo que, por su seguridad, no le puede dar. El padre tiene claro cómo quiere actuar, pero cuando le toca repetir “No, no puedes, cariño” por décima vez, su paciencia empieza a agotarse. Y en la decimoquinta le grita con ira: ¡Te he dicho que no! Es decir, fusionado con la emoción, actúa de una manera que no quiere. Y luego se arrepiente por ello.

En este caso, ¿Cuándo finge y cuándo es más auténtico? ¿Cuando actúa siguiendo lo que siente? o ¿Cuándo actúa como desea? Yo diría que en el segundo caso.

Las habilidades psicológicas te proporcionan una mayor libertad para elegir. Y lo hacen reduciendo el nivel de fusión que tienes con ciertas emociones y pensamientos. Así, con base en tu experiencia, podrás ir viendo cuándo te es útil actuar de una forma u otra.

fingir emociones

La ilusión de control

Controlar volumen

En general, tenemos bastante dominio sobre las cosas que están fuera de nuestro cuerpo. Cuando algo no te gusta, muchas veces es posible cambiarlo, o alejarlo. Si la música está muy alta, puedes bajar el volumen o desenchufar el aparato, o quitar la luz a toda la comunidad…

¿Pero tenemos ese mismo control con las sensaciones, emociones o pensamientos que ocurren dentro de nuestra piel? ¿Puedes bajar el volumen de una sensación que no te gusta? ¿Puedes desenchufarla durante varios días para no volver a sentirla?

Poco control

Bien, a la de tres te voy a pedir que duermas tu brazo izquierdo. Que lo dejes anestesiado, de forma que no sientas nada. Ni siquiera si te pincho con este alfiler puntiagudo. Venga, 1, 2 y 3 ¿Puedo pincharte ya? Yo tampoco puedo dejar de sentir a voluntad.

Quizá necesites una motivación extra. Imagina que te ofrezco un millón de euros a cambio de que no te pongas nervioso durante 10 minutos. A poco que aumente tu tasa cardíaca, perderás el dinero. Y se me olvidaba, te vamos a lanzar en caída libre con un paracaídas. Yo tampoco podría.

En general, tenemos poco control sobre las sensaciones y emociones. Ni para dejar de sentirlas, ni para comenzar a sentirlas. En el episodio 1 ya lancé la pregunta: ¿serías capaz de enamorarte de la primera persona que te presente? Podrías actuar como si estuvieras enamorado. ¿Pero podrías provocar a voluntad esa emoción de amor?

Bastante control

bastante control acciones

Por contra, tenemos bastante más control sobre cómo respondemos a lo que ya estamos sintiendo. Sobre cuál es nuestra actitud.

¿Recuerdas alguna situación en la que tuviste miedo pero seguiste adelante? Yo por ejemplo, recuerdo el miedo paralizante que tenía las primeras veces que aprendiendo a nadar nos “obligaban” a lanzarnos desde el borde la piscina. Si hubiera esperado a dejar de tener miedo para tirarme, hoy no sabría nadar.

¿Alguna vez has hecho algo sin ganas? Si te pagan mal, es mi definición de empleo precario (¿chiste?).

¿Estando triste has actuado frente a otras personas como si estuvieras alegre? Seguramente sí, ¿ no?

Las emociones influyen en cómo nos comportamos, pero no controlan cómo nos comportamos. Aunque muchas veces las usamos como excusas para justificar nuestros actos. «Perdí los nervios y no tuve más remedio que…«. 

Esas emociones no controlan lo que puedes hacer con tus manos, pies y boca. No controlan las palabras que dices ni el tono de tu voz. Y adquirir habilidades psicológicas puede ayudarte a tener más capacidad para elegir cómo quieres comportarte. 

Y esas son algunas de la principales ventajas que obtienen quienes practican la aceptación.

Técnicas para entrenar la aceptación

Dividiré el proceso de aceptación radical de las emociones en 3 pasos, según recomienda Russ Harris en su libro «Hazlo simple«:

  1. Observar lo que ya estás sintiendo, sin juzgarlo, con curiosidad (como si lo percibieras por 1ª vez).
  2. Dejarlo estar. No me gusta/no lo quiero pero la dejo estar. Yendo y viniendo a su ritmo.
  3. Hacerle espacio a esa sensación.

Y recordar que el objetivo final no es que la emoción desaparezca o se reduzca. Si ocurre: fenomenal. Si no ocurre: perfecto. El objetivo es que la emoción deje de ser un obstáculo para actuar como valoras. Como dice Steven Hayes en «Sal de tu mente, entra en tu vida«:

“No tienes que saltar las barreras. Tampoco rodearlas, ni atravesarlas. Lo que tienes que hacer es continuar CON las barreras”.  

Ejercicio para entrenar la aceptación radical de emociones

Se trata de un ejercicio típico en la terapia de ACT y en mindfulness.

En sesión necesito que la persona consultante esté sintiendo una emoción problemática para iniciar el ejercicio. Se puede provocar haciendo que hable sobre qué ocurre cuando intenta, pero no logra, comportarse de la manera que desea. Que describa la situación, qué cosas comienzan a pasar por su mente, en su cuerpo… Y vamos ralentizando la velocidad para que se dé cuenta de los procesos implicados.

En un podcast, es difícil hacer esto por la falta de interacción. Pero te daré 3 alternativas:

  1. Puedes pausar el episodio y tratar de ponerte en contacto con aquel aspecto en el que quieres mejorar. Y seguir escuchando cuando consideres que estás en contacto con alguna emoción. Puede ayudar que en vez de pensarlo, me lo cuentes en voz alta, y usando el presente en vez del pasado. 
  2. Otra opción es que lo intentes cuando aparezcan esas sensaciones. 
  3. También podría hacerse con una sensación inocua como un picor. Se trataría de no luchar contra el picor y observar las subidas y bajadas del impulso de rascarse, sin hacerlo (o al menos hasta que tú así lo decidas). 
Ejercicio aceptación

Supongamos que ya sientes esa emoción/sensación con la que normalmente sueles luchar. Si durante el ejercicio «tu mente» comienza a hacerte comentarios («Esto es una tontería«, «lo estoy haciendo mal…«) trata de no seguirle el juego y volver a centrarte en las indicaciones y lo que sientes en tu cuerpo. Las primeras veces, quizá no resulte sencillo, así que no te martirices si no lo logras. Aprender implica fallar. Si no fallas, es que no tenías nada nuevo que aprender.

Cierra los ojos y expulsa por la boca todo el aire de los pulmones. [Pausa] A continuación, deja que vuelvan a llenarse ellos solos. [P] Vuelve a vaciarlos al máximo.

Ahora, céntrate en la parte de tu cuerpo donde más percibas esa emoción. Si no notas nada, céntrate allí donde menos sientas. [P] Sin hablar, trata de describir esa sensación. ¿Tiene alguna forma? [P] ¿Es redondeada o tiene aristas? Respira [P] ¿Está en la superficie de tu cuerpo o llega hasta más profundo? [P] ¿Está quieta o se mueve? [P] ¿Su intensidad va variando? [P] ¿Tiene alguna textura?[P] ¿Y qué color le pondrías?

Ahora, de forma intencional, intenta dirigir la respiración hacia donde sientes esa emoción. [P] Trata de que crear espacio para ella. [P] Como si en cada respiración pudieras hacerle un poco más de sitio alrededor. [P]¿Estás tensando alguna parte de tu cuerpo? [P] Hombros, estómago, boca… trata de aflojar un poco al expulsar el aire [P]

¿Podrías ponerle nombre a la emoción? Aquí está mi tristeza, o miedo, enfado. [P] O aquí está mi dolor, o mi incomodidad. [P] ¿Hay algo en esta sensación que sea verdaderamente insoportable para ti? [P] ¿Hay algo en esta sensación que te impida actuar como tú deseas? [P] Para ir terminando, toma una inspiración profunda y abre los ojos.


¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Tu nivel de lucha con esa sensación se ha reducido un poco? De ser así, habrás dado unos primeros pasos en la aceptación emocional.

Me gustaría mucho escucharte. Puedes contactarme y preguntarme lo que desees o dejar un comentario aquí abajo.


¿Te ha gustado? ¡COMPÁRTELO!

Consulta otros episodios RELACIONADOS:

Ahora es tu turno: ¡Déjame un comentario! 😉

*Tu correo electrónico NO se mostrará, ni se hará público.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad