Qué es el TOC y sus causas – EP16

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Qué es el TOC y sus causas - EP16
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Episodio 16 del podcast Psiconsejos vendo, titulado «Qué es el TOC y cuáles son sus causas»


Si crees estar sufriendo problemas de TOC y necesitas ayuda de una persona profesional, te animo a descubrir cómo podría brindártela:


¿Qué es el TOC?

Siguiendo las siglas del TOC (“Trastorno obsesivo-compulsivo”), podemos deducir que se trata de un problema psicológico en el que la persona tiene ciertas obsesiones que le llevan a realizar, de forma compulsiva, determinados comportamientos.

¿Te has quedado igual? Vamos a ir paso por paso para destripar qué es el TOC.

Las obsesiones

Son pensamientos o imágenes intrusivas. Intrusivos porque la persona que los tiene los considera inapropiados, ajenos a sí misma, en contra de sus valores. Y debido a ello, esos pensamientos generan gran malestar y angustia.

¿Y por qué se las considera obsesiones? Porque se repiten y mantienen en el tiempo. Quien las experimenta no puede quitárselas de la cabeza. Y eso que lo intenta de forma reiterada.

¿Y por qué generan tanto malestar? Entre otras cosas porque suelen anticipar unas consecuencias desastrosas para la persona o el entorno.

Qué es el TOC

Tipos de obsesiones

Las obsesiones más típicas son las de comprobación: ¿Habré cerrado bien la puerta? ¿He atropellado a alguna persona con el coche?

Las de contaminación por gérmenes: ¿Me habré contaminado al tocar el pomo de la puerta?

De orden o simetría: donde los objetos desordenados o asimétricos generan gran malestar.

Acumulación: Temo tirar algo importante.

Religioso o Moral: Pensamientos blasfemos cuando la persona es creyente, o de índole sexual inapropiada (inapropiada según la propia persona).

Obsesiones de mutación: Donde la persona teme convertirse en algo indeseable para ella. Por ejemplo: Perder ciertas cualidades que estima positiva o adquirir otras negativas. De estas hablaré en un futuro episodio sobre diferencias en hombres y mujeres con TOC.

Diferenciar obsesión de preocupación excesiva

Preocupaciones excesivas

Las preocupaciones excesivas suelen versar sobre problemas cotidianos (¿Aprobaré el examen de acceso?), son menos intrusivas y no se consideran tan inapropiadas o inaceptables. No van en contra de los valores propios, más bien al contrario. Por ejemplo, en el caso anterior, la persona quiere acceder a la universidad, y para ello es vital aprobar el examen.

Por todo ello, no solemos tratar de eliminarlas o luchar contra ellas, en la misma medida que una obsesión intrusiva.

Se parecen en que ambas generan ansiedad y rumiación, pero en distinto grado.

Diferenciar obsesión de delirios psicóticos

En el TOC la persona suele tener conciencia de lo irracional de su obsesión e incluso de la compulsión. Suele ser consciente de que su comportamiento es excesivo o incluso una tontería, y por eso le da vergüenza que la gente lo vea. Pero el malestar asociado le “obliga” a realizarlo.

Las compulsiones

Las compulsiones son acciones que la persona realiza para reducir el malestar producido por la obsesión. Pero o bien son excesivas (comprobar 20 veces algo) o no tienen una conexión realista/racional con aquello que pretenden disminuir o prevenir (Si me imagino abrazando a mi bebé, reduciré las posibilidades de tirarlo por la ventana). 

Y es que las compulsiones son como un impulso irrefrenable a la acción. ¿Alguna vez has tratado de resistir el impulso de rascarte la nariz cuando te pica mucho? Pues imagina algo de magnitud mucho mayor. 

Cuando las compulsiones requieren completar una determinada secuencia de acciones estereotipadas o repetitivas, se les llama rituales.

Las compulsiones pueden ser manifiestas (visibles desde el exterior): Lavarse 10 veces la mano con lejía tras una obsesión de contaminación.

O pueden ser encubiertas (internas) (repetiré 100 veces “dios es amor” para neutralizar el pensamiento blasfemo que acabo de tener).

Y en general, resaltar que las compulsiones no proporcionan placer, solo reducen el malestar. 

Compulsiones TOC

Las evitaciones

evitando las obsesiones

El tercer elemento son las evitaciones. La persona, comienza a evitar lugares o situaciones donde cree que es más probable que su obsesión se dispare.

Por ejemplo, puedo evitar beber líquidos fuera de casa para no tener que ir a un baño público y obsesionarme con haberme contaminado. O puedo evitar cocinar cuando mis criaturas estén en casa por temor a hacerles daño con el cuchillo. O evitar tener relaciones sexuales, con o sin preservativo, por miedo a los gérmenes

Pseudo-TOC

La mayoría de la población experimenta alguna obsesión en algún momento. De hecho, se estima que la media es de 25 obsesiones a lo largo de toda la vida.

El problema entonces no es que esas obsesiones aparezcan, sino que se mantengan en el tiempo. Y esa es una diferencia importante en las personas que sufren TOC.

Por otra parte, las compulsiones problemáticas generan una gran interferencia en el funcionamiento de la persona.

Así que no es TOC que te guste tener las cosas ordenadas. TOC sería que no invites a nadie a tu casa por temor a que muevan un milímetro algún objeto y te genere mucha ansiedad.

No es TOC que seas una maniática de la limpieza. TOC es que nadie acepte ir a tu casa porque el proceso de limpieza por el que les haces pasar es más estricto que el de un laboratorio de virus.

No es TOC que cuentes los cubatas que tomas tú y tus colegas. TOC es que dejes de pasear por calles donde hay coches aparcados porque no puedes parar de sumar sus matrículas.

No es TOC cuando tras publicar algo en las redes sociales estás refrescando la pantalla para ver los comentarios de la gente. Es TOC cuando no puedes salir de casa sin pedir a tu vecina que compruebe 10 veces si has cerrado bien la puerta.

Pseudo-TOC manías

La mayoría de las personas tenemos algunas manías o comportamientos rígidos e inflexibles (que han de realizarse de determinada manera) pero no afectan a nuestro día a día. Además, es normal que dichas manías se amplifiquen si vivimos un episodio estresante. El TOC también se acreciente en los picos de estrés, pero es mucho más prolongado en el tiempo.

Si todavía crees que puedes tener TOC, cuantifica:

  • ¿Cuántas cosas que te gustaría hacer dejas de realizarlas debido a las obsesiones-compulsiones?
  • ¿Cuánto tiempo dedicas a las compulsiones?

No pretendo realizar un diagnóstico, pero sí evidenciar que el TOC es un problema severo.

Tipos de TOC más frecuentes

En los siguientes ejemplos de TOC, te animo a identificar los 3 elementos antes mencionados: la obsesión, la compulsión que realiza cada vez que la obsesión aparece, las cosas que evita hacer para prevenir la aparición de la obsesión.

TOC de contaminación

TOC contaminación

Luis siempre lleva su propio bolígrafo que está desinfectado. Nunca da la mano ni abraza a nadie. Prefiere saludar a la japonesa, con una inclinación. En el trabajo abre las puertas con los codos porque le da vergüenza ponerse guantes para tocar el pomo. Un día pisó una mancha rojiza cerca de una frutería y temió que fuera sangre. Llamó a su madre para preguntarle si debía tirar los zapatos o podrían limpiarse.

En este tipo de TOC, las personas tienen temor a contaminarse por medio del contacto con diversas sustancias: saliva, suciedad, tóxicos, gérmenes, basura, u objetos que han podido tocar dichas sustancias.

Algunas compulsiones típicas son: lavados excesivos, uso de guantes, cambio de ropa tras estar en la calle (para evitar contaminar la casa).

Y evitación de baños públicos, contacto con otras personas, etc.

TOC perfeccionista (orden y simetría)

Cuando Alba llega a casa, repasa todas las habitaciones para ver si todo está en su sitio. La tele totalmente paralela a la pared, los cuadros en el ángulo perfecto. Las correcciones las hace con una delicadeza infinita, y si no queda conforme debe repetir la acción.

En este tipo de TOC, los objetos tienen una forma idónea, y las acciones una forma correcta de realizarse. Todo lo que se aleje de esa forma perfecta, causa incomodidad.

Normalmente, la compulsión no va emparejada a evitar que ocurra algo terrible, sino a eliminar el malestar que genera la situación imperfecta.

En muchas ocasiones este tipo de TOC incluye compulsiones mentales, como repetición de palabras, contar, realizar listas, describir secuencia de acciones

TOC perfeccionista orden

TOC de agresión

TOC agresión

María tiene miedo de hacerse daño: tirándose a las vías del metro, girando bruscamente el volante en la carretera, tirándose desde una ventana. Trata desesperadamente de quitarse esos pensamientos de la cabeza. No quiere suicidarse, y no sabe por qué tiene esos pensamientos. Por ello, evita montar en el metro sola, y si está acompañada necesita que le cojan de la mano. También ha dejado de conducir. María tiene Toc de autoagresión.

En otros casos, temen hacer daño a otras personas, generalmente queridas (¿y si llevando el cuchillo al comedor se lo clavo sin querer a mi pareja?).

Y ante el temor del pensamiento pueden realizar compulsiones mentales (repetir lo mucho que quieren a esa persona), alejarse para no hacerle daño o esconder elementos que pudieran utilizar para agredir. En este tipo de TOC es habitual la fusión pensamiento-acción: creer que pensar algo equivale a hacerlo.

TOC de relaciones

Pedro está obsesionado con si realmente quiere a su pareja. «¿Es esta la relación adecuada para mí?» Cuando surge esta duda, trata de mirar a su pareja (o una foto suya) para ver si detecta algún sentimiento de amor hacia ella. O comienza a rememorar momentos cuando creyó sentir esas emociones, para ver si eran reales.

Pedro tiene TOC de relaciones, pero no solo ocurre entre parejas, sino también respecto a hijas o hijos y otro tipo de relaciones. Y es típico que se cuestionen no solo el amor, sino la atracción hacia su pareja (o de la pareja hacia la persona) o el tipo de relación. 

TOC de hiperconsciencia corporal

Raúl teme tener algún problema en la visión periférica. Cada vez que aprecia algún cambio de luz por el rabillo del ojo, se inquieta y tiene que moverlo lentamente para asegurarse de que todo está bien. Repite la operación hasta tranquilizarse.

En este tipo de TOC la persona está hipervigilante a funciones corporales involuntarias o bastante autónomas: respiración, parpadeo, tragar saliva, etc. Y pasan gran parte del día prestando atención a las mismas, escaneando su cuerpo. También se le conoce como TOC somático o sensoriomotor.

TOC hiperconsciente

TOC de pedofilia

Alfredo estaba bañando a su hija de 2 años. Mientras limpiaba su zona genital se fijó en la vagina de su hija y tuvo el pensamiento «¿Soy pedófilo?» «¿Y si siento atracción sexual hacia menores?». Recordó todas las veces que había bañado, secado y cambiado pañales, para comprobar si había sentido alguna excitación. Cuando le viene el pensamiento se dice a sí mismo: «No soy pedófilo, no he hecho nada, no siento excitación».

Se trata de una obsesión que va totalmente en contra de los valores de la persona. Y es que, esa duda que tu mente te lanza, supone un auténtico tabú. De hecho, el TOC pedófilo, también puede hacerte dudar de tu propia orientación sexual.

Un problema añadido es que resulta fácil que reinterpreten cualquier sensación normal en su zona genital: hormigueo, picor, como signo de excitación. Y si se produce en presencia de menores, pueden asociar ambas cosas.

Las causas del TOC: El círculo que mantiene el TOC

¿Por qué se mantienen las obsesiones?

Ciertos actos (agredir a una persona, provocar un accidente por dejar el gas encendido) generan malestar. Pensar sobre dichos actos adquieren funciones igualmente desagradables.

Si algo me molesta, lo quito.
Eliminar obsesiones

La persona para disminuir ese malestar trata de controlar, reducir o eliminar dichas obsesiones.

En el mundo exterior, si algo me molesta, lo quito o me alejo de ello. Pero con las experiencias internas (emociones y pensamientos) no funciona esa regla.  De hecho, como vimos en el episodio sobre defusión, suele producir el efecto contrario: que aumente la frecuencia de los pensamientos.

¿Y eso por qué? Al igual que el mero hecho de que te digan «mira el suelo pero sin fijarte en las rayas«, hace que te fijes más en ellas. Para saber que NO estás teniendo un determinado pensamiento, tienes que traer el contenido de ese pensamiento a la conciencia. 

Entonces, tratar de neutralizar esas obsesiones proporciona un alivio inmediato. Pero tiene el coste de mantener y aumentar la frecuencia de las obsesiones.

Además, las obsesiones tienden a aparecer en nuevas situaciones similares. Al principio solo temía contaminarme en el baño, pero ahora también en la cocina. Lo que acrecienta el problema, si comienza a realizar compulsiones en esta nueva situación.

¿Por qué se mantienen las compulsiones?

Porque también proporcionan un alivio inmediato.

Son una forma más elaborada de tratar de neutralizar las obsesiones, o de disminuir la posibilidad de ocurrencia de las anticipaciones. Por ejemplo: ante la obsesión de que puedo tirar a mi bebé por la ventana, imaginar que lo abrazo me proporciona alivio. 

Muchas de las compulsiones cumplen la función de que la persona ha hecho todo lo posible para evitar que suceda aquello que le obsesiona. Y eso la calma temporalmente.

Alivio ansiedad

Es habitual que el tiempo entre la obsesión y realizar la compulsión se vaya reduciendo, de forma que la mera obsesión (sin malestar asociado) llegue a producir la compulsión. 

Como decíamos, es habitual que picos de estrés empeoren el TOC. Y esto es así porque con ansiedad aumenta la frecuencia y duración de las obsesiones, así como la hipervigilancia ante los estímulos o situaciones que suelen detonar los pensamientos intrusivos. En estos casos, también suele bajar la capacidad de las compulsiones para reducir el malestar.

Otros factores de mantenimiento

Según el caso, las personas cercanas pueden estar contribuyendo a que el TOC continúe. Por ejemplo: Colaborando en la realización de las compulsiones: Cuando pedías a la vecina que compruebe que la puerta está cerrada. De esta forma, la persona se hace más dependiente e impide que se desconfirme su anticipación catastrófica. 

Otra posibilidad es que la persona con TOC reciba más cariño o atención cuando se muestra ansiosa. O que pueda eludir ciertas responsabilidades debido a su problemática.

No insinúo que chantajee a las personas de alrededor. La función principal de pedir ayuda con las compulsiones es aliviar el malestar. Pero además de ello, una vez se inicia el tratamiento, como veremos en otro episodio futuro, es posible que pierda algunas otras ganancias secundarias. Por ejemplo: Antes, con el TOC, su familia le permitía no limpiar el baño, ni bajar la basura o recoger las cacas de la perra. Pero ahora tiene que hacer esas y otras tareas que quizá no sean tan agradables.

Averigua sobre cómo funcionan los tratamientos psicológicos para el TOC: “Cómo tratar el TOC»

Los costes de tener TOC

El coste del TOC

El TOC es muy incapacitante. Puede llegar a la calidad de vida a nivel laboral, relacional, familiar, etc. Y es que la persona con TOC dedica mucho tiempo a las compulsiones. Y recuerdo que las compulsiones no son placenteras, son un medio para reducir el malestar.

Así, la vida de las personas con TOC se va haciendo cada vez más pequeña, cada vez disponen de menos tiempo para realizar cosas satisfactorias. Y a esto hay que sumarle las evitaciones. Al evitar acudir a situaciones o lugares por temor a que aparezcan las obsesiones, también se están privando de obtener gratificaciones, de pasarlo bien, estar con gente, etc. Todo esto, suele tener un efecto negativo en su estado de ánimo.

Además, las personas con TOC tienden a aislarse del resto, debido a sus compulsiones y evitaciones.

Otro efecto importante es el cansancio mental, fruto de estar anticipando peligros en la imaginación. Al hacerlo, además, desconectan del presente, y de aspectos potencialmente placenteros de la actividad que tuvieran entre manos.

Resumiendo: El TOC es agotador y frustrante. Reduce la satisfacción vital y la libertad de la persona. Y cuando se agrava puede derivar en una depresión.

Cómo evoluciona el TOC

Muchas veces, la capacidad de las compulsiones para reducir el malestar va mermando. Y para contrarrestarlo la persona tiene dos opciones:

  1. Realizar más repeticiones o de forma más concienzuda.
  2. Añadir nuevos comportamientos, generalmente más costosos (en vez de lavarme con jabón, me lavaré con lejía).

En ambos casos, es habitual que la persona vaya dedicando cada vez más tiempo a las compulsiones.

Llegado un momento, las compulsiones generan también cierto malestar, al anticipar todo el tiempo que tendrá que dedicar a realizar las compulsiones. 

En ciertos casos, la compulsión llega a ser tan costosa que puede llegar a evitarse.

Evolución del TOC

Un ejemplo extremo: Marisa dedica cada vez más y más tiempo a asearse: Se ha de bañar 5 veces, frotando cada parte del cuerpo 10 veces, repasando cada zona y secándose de forma concienzuda. Llegó a llevarle 5 horas asearse. Y es que una vez que empezaba la compulsión, ya no podía parar. Debía ejecutar la secuencia completa. Un día, decidió no lavarse más. Evitaba moverse mucho y ponía el aire acondicionado para no sudar. También se cambiaba de ropa 8 veces al día para estar más limpia.

Cuándo comienza el TOC

Suele comenzar en la adolescencia o al inicio de la edad adulta. La edad media de inicio son los 22 años. Y en general, un inicio más temprano, en la infancia, se asocia a una mayor gravedad.

¿Cuánto tardan en pedir ayuda?

7 años de media. 7 años de sufrimiento ascendente. Cuando la interferencia del TOC en su día a día supera un límite, es cuando la persona decide solicitar ayuda.

Cuando la interferencia del TOC en su día a día supera un límite, es cuando la persona decide solicitar ayuda.

¿Y cómo aguantan tanto? Por una parte, el deterioro es progresivo, la persona se va adaptando o trata de solucionarlo por su cuenta. Por otra parte, es frecuente sentir vergüenza por el estigma asociado al problema. Por eso, si pueden, es posible que oculten tanto las obsesiones como las compulsiones a personas cercanas con las que no conviven.

Creencias que influyen en el desarrollo del TOC

Creencias TOC

Responsabilidad excesiva: Si pienso que algo malo puede suceder, debo hacer algo para evitarlo. Aumenta la probabilidad de realizar compulsiones.

Control de pensamientos: Debo ser capaz de no tener ciertos pensamientos. Incrementa los intentos de control de las obsesiones, así como la culpabilidad por no conseguirlo.

Sobreestimar la importancia de los pensamientos: Pensar en algo es igual que hacerlo, a efectos morales. «Si me viene el pensamiento de matar a mi jefe es porque debo querer hacerlo«. O pensarlo aumenta las probabilidades de que lo haga o suceda. Unido a la responsabilidad excesiva, mantiene las compulsiones.

Algunas de estas creencias, y otras actitudes, son potenciadas por la sociedad por considerarlas positivas. Pero siempre dentro de ciertos límites: Ser responsable, mantener el orden, hacer las cosas bien, el perfeccionismo, etc. 

Por ello, es probable que te refuercen por llevar a cabo comportamientos acordes con ellas. Y a veces, no es fácil ser flexible y graduarlos según lo que la situación demande.

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Inaki Psikologoa
Sobre Inaki Psikologoa

Psicólogo colegiado (n.º BI05347, Colegio Oficial de Psicología de Bizkaia) y coach profesional, con una sólida formación en terapias contextuales como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), la Activación Conductual (AC) y la Psicoterapia Analítico Funcional (FAP). Miembro activo de la Asociación Científica para el Análisis Contextual de la Conducta (ACBS). Además, soy especialista en temas de género y masculinidades, abordando estas áreas desde una perspectiva científica y transformadora.

2 comentarios en «Qué es el TOC y sus causas – EP16»

    • Gracias por tu comentario. Me alegra que te haya resultado interesante. Mi objetivo a la hora de dar el dato era normalizar ciertos procesos que se dan en el TOC. No hay nada «estropeado» en los cerebros de las personas que sufren TOC (y en general, en ningún problema psicológico). Y es que las obsesiones son relativamente normales. Según los estudios, entre el del 85% al 99,8% de la población general ha experimentado alguno de estos pensamientos intrusivos.
      El problema no sería tanto las obsesiones sino lo que tratamos de hacer para deshacernos de ellas.
      ¡Un saludo!

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